traducción
de
Eliot Acuna
traducción:
Ernesto de Lara
La
alta ingesta de calcio durante toda la vida aumenta el riesgo de fractura
osteoporótica en edad avanzada
Thijs R. Klompmaker, Amsterdam
Wai@WaiSays.com
Medical
Hypotheses 2005; 65(3): 552-558
Sinopsis
en PubMed
SINOPSIS
La
restricción calórica prolonga el tiempo de vida. La restricción en
calcio puede preservar la salud ósea. En la osteoporosis, la densidad mineral
ósea (DMO) ha disminuido significativamente, debido a la falta de formación de
osteoblasto óseo. La prevención tradicional de la osteoporosis está
enfocada a maximizar la DMO, pero no se han estudiado aún los efectos de haber
mantenido continuamente durante toda la vida una DMO alta sobre la eventual
salud de los huesos a edad avanzada. Sorprendentemente, en países con un
alto promedio de DMO, la incidencia de fracturas en la vejez es
significativamente mayor que en ases con un promedio bajo de DMO. Los estudios
demuestran que esto no radica en las diferencias genéticas. También, en
el hiperparatiroidismo primario, al borde de la osteoporosis, los niveles de DMO
pueden ser significativamente más altos que lo normal. Quizá, la DMO no
represente la salud ósea a largo plazo sino simplemente la fortaleza ósea
momentánea. Y quizá, mantener una DMO alta puede en realidad desgastar
la salud ósea. Puesto que la osteoporosis ocurre particularmente en la vejez y
debido a que en el hueso osteoporótico menos osteoblastos están disponibles,
el proceso subyacente pueda estar relacionado con el envejecimiento de las células
osteoblásticas. En los individuos saludables, las células óseas osteoblásticas
responden al influjo del calcio constituyendo una matriz sobre la cual se
precipita el calcio. En el proceso de creación de esta maíz, mueren entre el
50 y el 70% de los osteoblastos involucrados. Con mayor influjo de calcio,
mayor actividad oestoblástica y mayor incidencia de apoptosis osteoblástica.
Una mayor incidencia de apoptosis osteoblástica conduce a la disminución en
capacidad replicativa osteoblástica relacionada con la edad (CRORE).
En comparación con el hueso sano, en el hueso osteoporótico la disminución en
la capacidad replicativa de las células osteoblásticas es mayor. Debido
a la eventual carencia resultante de actividad osteoblástica, no se pueden
reparar las microfracturas. El mantener continuamente una alta DMO está
acompañada continuamente de altas incidencias de remodelación ósea, que
regionalmente agotan la CRORE, conduciendo eventualmente a microfracturas
irreparables. Con respecto a la influencia a largo plazo sobre la salud ósea ,
se conocen los niveles adecuados de estrógeno para proteger contra la
osteoporosis.
Esto se atribuye generalmente a su influencia inhibidora
sobre la actividad ostoclástica. En vez de esto, sus efectos netos sobre
el metabolismo osteoblástico pueden ser la clave para la prevención de la
osteoporosis. Niveles adecuados de estrógeno inhiben la actividad osteoblástica,
la aposición de calcio y la tasa de la apoptosis osteoblástica, preservando la
CRORE.
Conclusión: Respecto a la prevención de la osteoporosis, la CRORE, más
que la DMO es representativa de la salud ósea. Con respecto a la CRORE, niveles
de estrógeno adecuados son protectores, oponiéndose a los efectos similares
del hiperparatiroidismo y una dieta alta en calcio. Se requiere la realización
de pruebas en ratones para evaluar los efectos vitalicios de una dieta alta en
calcio, comparada con una dieta baja en calcio, sobre la eventual resistencia a
la fractura ósea.
INTRODUCCIÓN
La
osteoporosis representa un problema significativo en la salud público.
Los esfuerzos hechos para prevenir la osteoporosis no han sido exitosos, lo que
se demuestra por la incidencia en aumento de las fracturas osteoporóticas con
la edad ajustada. Por décadas, la prevención de la osteoporosis se ha
tenido como meta el aumentar la masa óseo pico, pero en países con una alta
densidad mineral ósea promedio (DMO), la incidencia de osteoporosis también es
alta. En Europa, la DMO de adultos hembra saludables en Polonia son más bajos
que los de las poblaciones francesas, italiana y españolas (1); y la incidencia
con ajuste de edad de fracturas de cadera es menor también (2). En Suecia, la
DMO promedio es mayor (3) y también la incidencia de fracturas de cadera (2).
Los japoneses en lo individual poseen menor masa ósea pico que sus contrapartes
europeos y también la incidencia de fracturas de cadera es menor en el Japón
que en Occidente (4). Esta menor DMO no se de debe a diferencias genéticas;
las mujeres japonamericanas nacidas en los Estados Unidos presentan valores de
DMO equivalentes a las de los blancos normales (5). La mujeres en China
tienen menor DMO y mucho menor riesgo de fractura de cadera que las mujeres en
Europa y Norteamérica (6). Esta DMO menor no se debe a diferencias genéticas
las mujeres chinas premenopáusicas que emigraron a Dinamarca hace más de 12 años
tienen una DMO similar a la de las mujeres danesas premenopáusicas (7). En
Gambia, el insumo de calcio, la DMO promedio y la incidencia de osteoporosis son
todos muy bajos (8). Nuevamente, esto no es una causa genéticas. No
existen diferencias significativas en del DMO en los adultos gambianos y caucásicos
que viven en el Reino Unido (9). ¿Puede el mantenimiento de una baja DMO
preservar la salud ósea a largo plazo? Quizá, la DMO no representa a la salud
ósea a largo plazo sino solo la resistencia ósea momentánea. Y quizá,
mantener una DMO alta pueda realmente desgastar la salud ósea y eventualmente
ocasionar el deterioro de la resistencia ósea; de una manera parecida a como el
manejar a alta velocidad ocasionará que su vehículo se descomponga más
pronto.
HIPÓTESIS:
LAS FRACTURAS OSTEOPORÓTICAS RESULTAN DE LA DISMINUCIÓN RADICAL DE LA
CAPACIDAD REPLICATIVA OSTEOBLÁSTICA RELACIONADA CON LA EDAD (CRORE)
La
restricción calórica prolonga las expectativas de vida (10)(11)(12)(13) al
retardar los cambios fisiológicos y bioquímicos relacionados con la edad
(14)(15)(16). La restricción de calcio puede preservar la salud ósea
retardando la disminución en la capacidad osteoblástica para formar hueso
nuevo. Los efectos a corto plazo de una ingestión de alto calcio se han
establecido correctamente. En nuestros huesos, los osteoblastos crean una matriz
sobre la que se precipita el calcio. Una ingestión alta en calcio conduce
a una actividad incrementada de los osteoblastos y a tasas incrementadas en la
formación de hueso, lo que, dependiendo de las tasas de resorción de hueso,
puede incrementar la DMO, y con esto crear huesos más fuertes. Al mantener una
DMO mayor, tanto la formación ósea como la resorción ósea se ven
incrementadas. Desafortunadamente, entre el 50 y el 70% de los
osteoblastos componentes mueren en la composición de una nueva matriz (17), y
los osteoblastos tienen una capacidad de proliferación limitada (18)(19)(20).
La actividad osteoblástica incrementada y la diferenciación celular coinciden
con una tasa incrementada de apoptosis osteoblástica (21) (22), que es específica
para la zona de proliferación (21)(23)(24). Tasas de apoptosis osteoblásticas
incrementadas aceleran la disminución en la capacidad replicativa osteoblástica
relacionada con la edad (CRORE). Los osteoblastos a partir de hueso osteoporótico
tienen una capacidad replicativa severamente reducida (25)(26). Por lo tanto, en
el hueso osteoporótico, están disponibles menos osteoblastos (27)(28)(29) y la
actividad osteoblástica se deteriora (28)(29)(30)(31)(32), como en los huesos
"exageradamente viejos" (25)(33). Debido a esta ausencia en la
actividad osteoblástica, menos matriz precalcificada se encuentra disponible
(34) y las microfracturas no se pueden reparar (35). En pacientes osteoporóticos,
no hay ocurrencia de envejecimiento celular prematuro generalizado (36). En vez
de esto, la disminución en la actividad osteoblástica es regional (27)(28),
indicando factores externos, tales como el uso excesivo regional de los
osteoblastos.
SIMILAR
A LA DIETA EN ALTO CALCIO, LOS NIVELES INADECUADOS DE ESTRÓGENO ESTIMULAN LA
ACTIVIDAD OSTEOBLÁSTICA E INCREMENTAN LA APOPTOSIS OSTEOBLÁSTICA
Se ha establecido correctamente que los niveles óptimos de estrógeno son
protectores contra la osteoporosis. Esto se atribuye generalmente a los efectos
inhibitorios predominantes en la resorción óseas, pero la influencia de los
niveles de estrógeno adecuados en el metabolismo osteoblástico pueden ser la
clave para comprender la etiología de la osteoporosis. Frecuentemente se ha
afirmado que el estrógeno estimula la actividad osteoblástica, pero esos
hallazgos pueden haber sido resultado del uso previo de métodos inadecuados.
Tras la verificación y caracterización de los efectos anabólicos reportados
del estrógeno sobre la formación ósea en ratas en crecimiento, los datos
compilados consistentemente demostraron que el estrógeno inhibe la formación
ósea (37). Otros estudios reportaron los efectos anabólicos en los
primeros seis días de administración del estrógeno (38) o siendo añadido
intermitentemente (39). A mayor tiempo, el estrógeno no estimula, sino suprime
la osteoblastogénesis (40), atenuando la tasa de nacimiento osteoblástica
(41)(42), inhibiendo la proliferación celular humana, la diferenciación y la
actividad osteoblásticas (43)(44)(45)(46), la formación de hueso ,
(47)(48)(49) y previniendo la muerte celular osteoblástica (42)(50)(51), con lo
que se incrementa el tiempo vital osteoblástico (42)(52)(40).
Parcialmente, el estrógeno puede inhibir la actividad osteoblástica al
modificar los efectos de la hormona paratiroidal (HPT) (53). De manera más
importante, ya que la osteoporosis es particularmente predominante en mujeres
postmenopáusicas, el déficit de estrógeno es responsable de la osteoblastogénesis
incrementada (56(, la acelerada formación de hueso (49)(54)(57)(58)(59)(60)(61)
(y predominantemente la resorción de hueso), incrementando la tasa de apoptosis
osteoblástica (62), acortando la duración vital de los osteoblastos (63)(64).
Con respecto al entendimiento de la etiología de la osteoporosis, los efectos
netos del estrógeno sobre la DMO no están en discusión, pues la DMO solo
representa la resistencia ósea momentánea. En su lugar, los efectos
netos de los niveles adecuados o no de estrógeno sobre la actividad osteoblástica,
la tasa de apoptosis y de la CRORE son esenciales, explicando los posibles
efectos perjudiciales de una dieta con alto contenido de calcio sobre la
eventual salud ósea.
LOS
EFECTOS DEL HIPERPARATHIROIDISMO SOBRE LA CRORE SON SIMILARES A LOS EFECTOS DE
UNA INGESTIÓN ALTA DE CALCIO
Opuesto e inhibido por
los niveles adecuados de estrógeno, el hiperparatiroidismo prolongado (HPTH) es
una causa bien conocida de la osteoporosis, que se atribuye frecuentemente a sus
efectos estimulantes sobre la resorción ósea. Los osteoblastos, sin
embargo, son las principales células objetivo para la hormona paratiroidal
(HPT) (65). La HPT intermitente y continuada tiene efectos similares sobre el número
de osteoblastos y la actividad formadora de hueso (66). La HPT estimula la
proliferación osteoblástica (67)(68)(69)(70)(71), mejora la diferenciación
osteoblástica (70)(72)(73), incrementa el número osteoblástico y la tasa de
aposición (74)(75), estimulando la formación de hueso (76)(77)(78). El
suplemento de HPT puede inducir una ganancia neta en la masa ósea
(79)(23)(80)(81)(82), similar a la de los efectos de una dieta alta en calcio.
En el HPTH, la tasa de formación (y resorción) ósea es marcadamente
elevada (83) e incrementa en marcadores formativos y resocivos los que parecen
ser de dimensiones equivalentes (84). Por lo tanto, en el HPTH, los valores de
DMO difieren ampliamente (85), dependiendo de los balances regionales entre el
osteoblasto incrementado y la actividad osteoclástica. Algunos valores de
DMO pueden ser significativamente mayores que en los controles (86). Los valores
de DMO resultantes, sin embargo, no están en discusión, debido a que solo
reflejan la resistencia ósea momentánea. Lo que interesa es la salud ósea
a largo plazo, que se ve comprometida por las tasas incrementadas de apoptosis
osteoblástica. La apoptosis osteoblásticas inducida por la HPT es específica
para la zona de proliferación (23)(24), indicando que los efectos de la HPT
sobre la apoptosis solo pueden explicarse con base a su efecto anabólico sobre
la proliferación osteoblástica, similar a los efectos de una dieta alta en
calcio. El HPTH eventualmente conduce al agotamiento de la CRORE, causando la
osteoporosis. El HPTH favorece el riego de fractura (87)(88)(89). A pesar de los
efectos netos sobre la DMO, la inhibición de estrógeno y una dieta alta en
calcio y el HPTH incrementan el volumen óseo. Con respecto a la CRORE, el
estrógeno es por lo tanto protector, oponiéndose a los efectos del HPTH y a la
dieta rica en calcio.
EL
CALCITRIOL PUEDE SER PREVENTIVO PARA LA OSTEOPOROSIS DEBIDO A SUS EFECTOS
INHIBIDORES DE LA PTH
Los efectos protectores u opuestos
del 1,25-dihidroxicolecalciferol (Calcitriol) sobre la CRORE dependen de los
niveles coexistentes de HPT. Similar a la HPT pero en menor extensión, el
Calcitriol estimula directamente la diferenciación y actividad osteoblástica,
incrementando la apoptosis osteoblástica (22), acelerando la disminución en la
CRORE. Indirectamente, sin embargo, el Calcitriol puede ser protector debido a
sus efectos inhibitorios sobre los niveles de la HPT, disminuyendo para regular
de manera neta tanto la actividad osteoclástica como la osteoblástica (90),
que atenúa la disminución en la CRORE.
LAS
GLUCOCORTICOIDES OCASIONAN OSTEOPOROSIS DEBIDO A LOS EFECTOS PROAPOPTÓTICOS
DIRECTOS
La terapia
glucocorticoide a largo plazo rápidamente induce la osteoporosis, cuya
severidad depende de la dosis y duración del tratamiento (91). Las
glucocorticoides directamente estimulan un incremento en la apoptosis de los
osteoblastos maduros (92)(93)(94), a diferencia de los efectos indirectos del
HPTH y una dieta alta en calcio, que incrementan la apoptosis osteoblástica al
estimular la proliferación y actividad osteoblástica. Las glucocorticoides
disminuyen la DMO al inhibir la actividad osteoblástica y simultáneamente
acelerar el decrecimiento de la CRORE por la inducción de apoptosis osteoblástica.
LA
INFLUENCIA LIMITIDA DEL EJERCICIO INDICA EL AGOTAMIENTO DE LA CAPACIDAD
REPLICATIVA OSTEOBLÁSTICA
El ejercicio se asocia positivamente con la DMO de la
cadera, pero frecuentemente los pacientes de osteoporosis no pueden incrementar
su DMO mediante el ejercicio (95). La posible ganancia de masa ósea
inducida por ele ejercicio es mucho menor que la pérdida ósea en desuso
inducida (96(, que puede indicar el agotamiento de la CRORE. El ejercicio es
esencial para mantener los efectos de absorción del impacto de los músculos
fuertes (97). En el corto plazo, en los adultos de mayor edad, el
ejercicio puede dismimuir parcialmente (entre el 20 y el 40%) el riesgo de
fractura de cadera (98(, pero este acelerará la disminución en la CRORE. En
las mujeres viejas que hallan sido previamente diagnosticadas con fractura de
cadera, se encontró un efecto protector para las mujeres que se encontraban
moderadamente activas recientemente. En las mujeres, que sin embargo, se
encontraban activas recientemente, el riesgo de fractura de cadera resultó
ligeramente elevado (99), lo que puede indicar una falta de capacidad osteoblástica
para reparar las microfracturas inducidas por carga. A mayor edad, menores
son los efectos del ejercicio (100), debido a la disminución de la CRORE.
En los viejos con una edad promedio de 73, el ejercicio no fue protector para la
fractura osteoporótica (101). En mujeres de alrededor la misma edad, con
un historial de fracturas postmenopáusicas, el ejercicio no afectó ni la DMO
ni las tasas de fracturas (102). Con respecto al riesgo de fractura osteoporótica,
ele ejercicio puede haber presentado efectos benéficos a largo plazo al
enfocarse a incrementar la resistencia del músculo más que la resistencia del
hueso.
CONCLUSIÓN
Con
respecto a la osteoporosis, la DMO representa la resistencia ósea momentánea y
la CRORE la salud ósea a largo plazo. Con respecto a la CRORE, los
niveles adecuados de estrógeno son protectores, preservando la viabilidad
osteoblástica, oponiéndose a los efectos proapoptóticos sobre los
osteoblastos de la terapia glucocorticoide, el hiperparatiroidismo y una dieta
alta en calcio. Mantener una DMO alta tiene efectos adversos sobre la
salud ósea a largo plazo, explicando la correlación positiva entre la DMO
promedio y la incidencia de fracturas osteoporóticas con edad ajustada, por país.
La prevención de la osteoporosis puede ser exitosa si se apunta a reducir la
ingesta promedio de calcio al nivel de los países en los que la incidencia de
fracturas osteoporóticas es la menor, aproximadamente de 300 a 500 mg por día.
Se necesita hacer pruebas en ratones (la mitad de la población al 90% y el
resto al 100% de la expectativa de vida promedio) para evaluar los efectos a lo
largo de la vida de dietas muy altas (3%), altas (1.5%), moderadas (0.5%), bajas
(0.2%) y muy bajas (0.1%) en calcio respectivamente (Ca/P=1.5, Ca/Mg=10,
Mg>0.02%), sobre la eventual resistencia a la fractura ósea. Más efectos
benéficos del ejercicio se pueden obtener al enfocarse a incrementar la
resistencia muscular más que la resistencia ósea. Si esta teoría es
correcta, a millones de personas alrededor del mundo se les ha tratado
equivocadamente y la prevención tradicional puede haber conducido, y continuará
haciéndolo, a presentar efectos fuertemente adversos a la salud de cientos de
millones de personas. Aún las estimaciones mas conservadoras de los
costos son astronómicas.
RECONOCIMIENTOS
La
primera versión de esta teoría se publicó en el sitio www.4.waisays.com en el
año 2000. Para obtener una crítica inspiradora, la teoría se presentó al
foro de ciencia en línea del The Guardian, en donde Robert Showalter me alentó
a profundizar en varias direcciones y a entrar en contacto con científicos
especializados en todos los campos relacionados. En largas discusiones por fax,
H.M. Frost (Southern Colorado Clinic) me demostró como los enfoques que parecen
de oposición pueden estar aún entrelazado, confinados por un dogma común.
No fue sino hasta el 2004, cuando el ganador del premio Nobel en Física en
1989, el profesor Hans Dehmelt, finalmente me convenció de someter mi teoría
a la hipótesis médica. Me gustaría agradecer a Nathalie Augustina por su
apoyo y a Janice Gloster, PhD, por su trabajo editorial..
Para
una detallada explicación de la teoría,
retrocede
a
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